jueves, 24 de enero de 2008

TODOS AL MONTE. 24/01/2008




Los fines de semana y cuando el tiempo acompaña, a mi marido y a mí nos encanta ir al monte con nuestro bonito perro, para airearnos y desestresarnos de las duras semanas laborales.




El que mejor se lo pasa, desde luego es Yako, porque le encanta olfatear todo. Se vuelve loco con tantos nuevos olores y aromas del campo. Empieza a correr como una bala de un lado a otro y en esos momentos, disfrutamos porque sabemos que es el perro más feliz del mundo.




En cuanto a nosotros, también disfrutamos del aire libre y la libertad que te da caminar por verdes campos, caminos pedregosos, naturales casi vírgenes. Ahora estamos en período de caza y nos da mucha rabia no poder disfrutarlo tanto, ya que nos da miedo que nos peguen un tiro o un buen susto. Así que ahora nos vemos obligados a ir donde va todo el mundo y nos resulta un tanto agobiante aunque finalmente estemos de lo más felices.




Cuando estamos caminando siempre soñamos los dos en alto, expresándonos mutuamente nuestros más sinceros deseos, como tener una casita en el monte en un futuro o cerca de la playa, una casita alejada del mundanal ruido que nos dé tranquilidad y paz. Y éso que vivimos en un pueblo y estamos de lo más dichosos, pero es un piso y lo que más anhelamos sería vivir en una casa con terreno y tener más perros y esas cosas.


No obstante, somos muy afortunados de tenernos el uno al otro y contar con la fiel compañía de nuestro perrito, sólo nos falta el bebé para que la familia esté completa.